Antes del año 2020 hablar de trabajo en casa, teletrabajo o trabajo remoto, todas modalidades de trabajo a distancia, era poco común entre los directivos de muchas empresas. Solo las empresas más vanguardistas ya habían implementado estas modalidades en sus operaciones y cultura organizacional, lo cual les permitió adaptarse de forma más rápida ante la externalidad menos esperada por todos: una pandemia que implicó encerrarse en casa por varios meses.
La pandemia por COVID-19 aceleró los procesos de digitalización y visibilizó la importancia de identificar y gestionar riesgos más allá de lo económico, incluyendo aspectos sociales y ambientales. En este marco, el trabajo a distancia se presentó como una alternativa viable para proteger la salud y la vida de los trabajadores, al tiempo que se protegía el empleo.[1]
Ahora la pregunta es cuántas empresas estarán dispuestas a formalizar esta modalidad una vez se acabe el estado de emergencia en Colombia. A continuación, se exponen algunos de los beneficios de esta modalidad con relación a la triple cuenta de resultados: en las personas, el planeta y en la prosperidad.
De acuerdo con la Encuesta sobre los Desafíos del Covid-19 en el Empleo Público realizada por el DANE en 2020[2], el 67,8 % de los encuestados prefiere que el trabajo a distancia se mantenga. Esta es una variable que las empresas deben tener en cuenta para atraer y retener al mejor talento. La posibilidad de trabajar de forma autónoma, libre y flexible es muy valorada por muchos trabajadores, en especial por los más jóvenes. No obstante, es importante asegurar el cuidado de la salud física y mental de las personas y su derecho a la desconexión laboral.
Según el Banco Mundial[3] un colombiano puede producir 1,6 toneladas de CO2 cada año. Teniendo en cuenta que el sector transporte es responsable de 12% de las emisiones de CO2 del país y en promedio un trabajador en Bogotá gasta 2 horas al día trasportándose hacia su lugar de trabajo, la posibilidad de quedarse en casa contribuye a la reducción de emisiones al evitar dichos desplazamientos.
Nicholas Bloom[4] descubrió que los trabajadores que podían elegir trabajar a distancia eran un 22% más productivos. Esto permite entender que la productividad puede mejorar bajo estas modalidades, pero es importante que los trabajadores puedan decidir por sí mismos, pues una solución no será la más apta para todos. Asimismo, el trabajo a distancia puede repercutir en una reducción de costos fijos.
Sin duda alguna, el trabajo a distancia llegó para quedarse. No obstante, es importante que las empresas planifiquen su implementación, ya que va más allá de simplemente “trabajar en casa” e implica un cambio cultural, de comunicación y colaboración. Incluso los expertos argumentan que debe abrirse a la posibilidad de trabajar desde cualquier lugar del mundo para que sea realmente exitoso.
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[1] Decreto 555 de 2022. Por el cual se adiciona la Sección 6 al Capítulo 6 del Título 1, Parte 2, Libro 2 del Decreto 1072 de 2015, Único Reglamentario del Sector Trabajo, y se reglamenta el artículo 17 de la Ley 2069 de 2020, y la Ley 2121 de 2021 y se regula el trabajo remoto.
[4] Barrero, J., Bloom, N., & Davis, S. (2021). Why Working From Home Will Stick. https://nbloom.people.stanford.edu/sites/g/files/sbiybj4746/f/wfh_will_stick_v5.pdf