Inteligencia Artificial en impuestos y contabilidad

Pocas ideas en la última década han provocado tanta emoción, o tanta desinformación, como la introducción de inteligencia artificial (AI) en impuestos y contabilidad.

A partir de 2015, el mundo de los negocios se cautivó con la tecnología, dibujada por los llamativos titulares en medios que abarcaron toda una gama de emociones desde el ruido publicitario hasta la real mejora en los flujos de trabajo a través de datos y análisis.

Pero hay que aclarar que la AI no está dejando a los profesionales sin trabajo y tampoco está haciendo los impuestos de nadie. Lo que está haciendo es ayudar a los profesionales a mantenerse al día y sintonizados con las nuevas legislaciones, los cambios en el código y con los cambios en el comercio mundial: agilizando las tareas tediosas, repetitivas y laboriosas; y permitiendo que los expertos piensen estratégicamente y ofrezcan más valor a sus clientes y colegas.

Las tendencias estratégicas, un cambio en las preferencias de los clientes y las percepciones generacionales están transformando rápidamente a muchas industrias y la industria de la contabilidad no puede quedarse atrás. Por ello, y gracias a las nuevas herramientas de investigación basadas en inteligencia artificial para profesionales legales, fiscales y contables, el valor de esta tecnología se centrará directamente en la productividad. En resumen, la tecnología que tanta gente temía que reemplazaría a los humanos en realidad está creando oportunidades para facturar más horas en actividades de mayor valor / costo y minimizando el trabajo duro. 

Un ejemplo de esto en la primera fase de integración de AI como herramientas de investigación de nivel profesional, se ha centrado principalmente en usar tecnología de procesamiento de lenguaje natural para agilizar el proceso de búsqueda. En un entorno tradicional los contadores junior pasarían muchas horas creando cadenas de búsqueda para descubrir la información que necesitaban sobre un precedente particular. Claramente, no es un robot que hace impuestos, pero es una importante mejora de ahorro de tiempo y flujo de trabajo. Este es el tipo de mejora evolutiva que AI está aportando a la profesión. 

Al mirar hacia la segunda fase de integración la tecnología no sólo lee e interpreta texto, sino que también muestra ideas significativas de ese texto. Un ejemplo sería una aplicación que escanea resúmenes legales y memorandos y usa AI para sugerir otros casos relevantes o para omitir casos débiles en función del análisis cognitivo de la jurisprudencia subyacente.

Tal como vemos con programación neuro linguistica, esta tecnología no es un reemplazo para el profesional legal o contable: es una herramienta que hace que el flujo de trabajo sea más manejable y sirve como un valioso control para los procesos operativos. 

Al mirar hacia las próximas fases de desarrollo de la AI en los campos de impuestos y contabilidad y otros relacionados, está claro que esta seguirá un camino evolutivo muy parecido al que llevamos hasta ahora. Además de descubrir ideas significativas de conjuntos de datos no estructurados ahora se está desarrollando para monitorear activamente las anomalías y detectar los riesgos emergentes. Esa capacidad abrirá la puerta a una planificación y análisis de escenarios predictivos más avanzados y, en última instancia, a la automatización.

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