¿Estás dándole a los papeles de trabajo la relevancia que ameritan?
La Corte Constitucional ha mencionado en diversos pronunciamientos, que la potestad de la cual esta investido el contador público de dar fe sobre la veracidad de hechos relevantes en términos de la realidad económica de un particular, es una actividad que se encuentra al servicio de los fines del Estado, particularmente para preservar el interés público, radicado en la seguridad y confiabilidad de las relaciones comerciales y la veracidad de la información contable de los diferentes entes económicos.
En el ejercicio de la revisoría fiscal o de la auditoría, semejante responsabilidad demanda del contador el deber y necesidad de documentar adecuadamente su gestión como revisor o auditor. La ley en Colombia, señala que la firma de Contador Público hace presumir que los actos que suscribe están investidos de legalidad y que, tratándose de balances, los mismos han sido tomados fielmente de los libros, que se ajustan a las normas legales y que las cifras reflejan de manera fidedigna la realidad económica de la empresa, persona o entidad auditada.
Sin embargo, como toda presunción legal, estas admiten prueba en contrario. Esto quiere decir que, aunque por regla general se confía en aquello que ha sido signado o rubricado por un contador, la presunción puede romperse si existen pruebas que permitan inferir objetivamente que, aquello que ha sido certificado por el contador, no corresponde a la verdad o que en el ejercicio de sus funciones, el contador faltó a aquellos principios, deberes y obligaciones que ordenan el correcto ejercicio de la profesión.
Es justamente aquí, donde los papeles de trabajo y su correcta elaboración cobran gran relevancia.
La trascendencia de los papeles de trabajo en una auditoría, no solo está orientada al cumplimiento de las normas de auditoría generalmente aceptadas o de los estándares y las Normas Internacionales de Auditoría -NIAS, sino que, constituyen prueba del control de calidad del trabajo, del proceso de auditoría y su metodología además de ser el fundamento para la estimación del grado de responsabilidad frente al cliente, en tanto que determinan la opinión del auditor o del revisor y su alcance (salvedades, opinión limitada, abstención de opinión, etc.).
Son muchos los auditores o revisores fiscales que son investigados en el Tribunal Disciplinario de la Junta Central de Contadores en donde se cuestiona su correcto actuar; y son muchos los casos en los que los contadores son absueltos al acreditar, con sus papeles de trabajo, que efectivamente su proceder siempre estuvo enmarcado dentro de los cánones de ética profesional, independientemente de las circunstancias en las que el ente económico se haya visto involucrada, pues no siempre un escándalo empresarial esta precedido de una falta a la ética profesional del contador; y son justamente los papeles de trabajó los elementos materiales probatorios que lo pueden exonerar de responsabilidad.
Así las cosas, los papeles de trabajo no solo corresponden o tañen al cumplimiento formal de las normas en el ejercicio profesional, sino que constituyen la evidencia de un trabajo bien hecho.